Navegando por las Backwaters

Hola!

Seguimos en Kerala, pero ahora hemos dejado atrás las montañas y selva del interior para venir cerca de la costa, a la zona conocida como de las “backwaters”. Esta es una gran extensión de tierra, atrapada entre las laderas de las montañas y la costa, donde se extiende una red de 900 kilómetros de canales, lagos y ríos, todos interconectados entre sí. Esta es el principal centro de producción de cocos, arroz y anacardos de la región, pero la verdadera razón para venir hasta aquí ha sido el poder explorar esta zona inundada de una gran belleza y encanto.

Se ve que todo este laberinto acuático se fue creando poco a poco, de forma natural, con el propio barro que durante siglos han arrastrado los ríos desde el interior, el cual fue formando diques naturales que con el tiempo fueron dando forma a esta verdadera red de caminos y carreteras lacustres. Desde hace siglos que la gente del lugar se acostumbró a este medioambiente, y lo aprovechó en su beneficio cultivando las tierras inundadas con arroz, y las pequeñas islas y penínsulas de lodo, con palmeras. Sus casas también las han construido sobre los pequeños retazos de tierra que deja la agricultura, y hasta hace poco tiempo el único medio de transporte fue el agua. Como se estarán imaginando, se trata de una zona de una belleza bucólica.

Primero nos alojamos en un hotel a orillas de un canal, desde donde pudimos recorrer a pie los pequeños caseríos y campos del interior. Pero luego llegó el plato fuerte; un crucero a bordo de un “kettuvallam”, como aquí llaman a las “casas-botes”. Antaño este tipo de embarcaciones se usaron para transportar el grano entre las distintas poblaciones situadas a orillas del agua, pero en la última década muchos de ellos se han reconvertido en barcos turísticos equipados con habitaciones, baño y aire acondicionado! Estos barcos tienen el casco de madera, y su techo está fabricado con bambú y hojas de palma. El nuestro sólo tenía una habitación, así que tuvimos la gran suerte de estar solos los tres.

Difícil explicar las sensaciones y emociones que vivimos a bordo sin caer en la exageración… quizás baste con decir que fue simplemente precioso. La tripulación fue encantadora con nosotros, y especialmente con Pau. La comida a bordo exquisita, incluso mejor que la de algunos restaurantes que hemos probado, y el descanso por la noche impecable. Pero lo mejor estaba fuera, frente a nuestros ojos…. descansando cómodamente a bordo del barco pudimos ser testigos del ajetreo diario y cotidiano de las gentes de las backwaters… los niños yendo a la escuela en sus bicicletas, mientras las mujeres lavaban la ropa y ollas frente al portal de sus casas, y los hombres se mantenían ocupados en todo tipo de faenas, desde la pesca artesanal a la extracción del lodo del fondo de los canales (que luego usan para fabricar sus casas), pasando por vendedores de todo tipo de productos moviéndose de un lado a otro en pequeñas canoas o botes. Viendo el día pasar frente a nuestros ojos nos quedó la idea de que, aparte de los problemas que todo el mundo pueda tener en su vida personal, la gente de esta zona (al igual que en Munnar y en Kumily), vive una vida apacible, sana y en plena sintonía con la naturaleza que lleva a la reflexión sobre nuestro propio estilo y ritmo de vida.

Como todo núcleo urbano que se precie de tal, a orillas de los canales se suceden las tiendas, restaurantes, peluquerías, templos y todos los comercios a los que la mayoría de vecinos acuden por el agua. Nos llamó la atención la cantidad de iglesias de la zona, así como el monumental tamaño de muchas de ellas que logran eclipsar la presencia de los templos hindúes y mezquitas de la zona (que si se hacen notar con su música y llamados a rezar). Se ve que Kerala tiene una de las poblaciones cristianas más grandes de India, la cual ha sido alimentada sucesivamente por la llegada cristianos ortodoxos a partir del siglo IV, luego por los misionarios católicos portugueses del siglo XVI, y finalmente por los británicos anglicanos en el siglo XVIII.

Además, ha sido aquí donde hemos experimentado las primeras lluvias monzónicas, que en esta época del año deberíamos tener cada día pero que con el cambio climático llevan un par de años ausentes de gran parte del sur del país. Por suerte no son lluvias que duren mucho tiempo, sino que más bien son lluvias muy intensas pero que duran apenas un rato… aunque suelen regresar pasadas un par de horas. A pesar de las intensas lluvias, nuestro programa en el crucero no sufrió ningún traspié, ni mucho menos hizo mella en la actividad de la gente, que se lo toma con mucha paciencia y buen humor, y siguieron a lo suyo como si nada.

Otra experiencia que atesorar de nuestro viaje… sólo por poder visitar esta zona de las backwaters ya valía la pena venir hasta India, y hemos tenido la suerte de dar con la gente y circunstancias propicias para tener una vivencia inolvidable.

Un abrazo a todos,

Michel

Si queréis ver un pequeño vídeo de las backwaters, podéis acceder desde este enlace: https://youtu.be/wzxJxeHTYls

10 comentarios sobre “Navegando por las Backwaters

  1. Gracias MIchel por compartir tan linda experiencia y a través del video experimentar parte de las sensaciones que ustedes tuvieron…….apasionante

    • Hola Anna!
      Gracias por tu mensaje!
      Estamos disfrunatndo cada minuto a tope.
      Nos sentimos muy afortunados de poder vivir esta experiencia y nos encanta poder compartirla con nuestros amigos.
      Besos a la familia desde Kochi (ó Cochin, como también se le conoce)
      Michel

  2. Michel he disfrutando mucho con cada una de las fotos que han enviado y muy interesante el video, Bueno sigan disfrutando de este viaje tan especial .Muchos carinos

    • Gracias Mamá,
      De eso se trata, de que disfruten y compartan nuestro viaje desde la distancia. Así que nos alegramos mucho cuando recibimos vuestros comentarios!!
      Besos desde la ciudad de Kochi (ó Cochin)

  3. Que lindo todo lo que viven y cuentan!!! Que suerte poder vivir un poquito de esa cultura tan interesante a traves de ustedes! Un beso enorme a todos!

    • gracias Mariu,
      lo cierto es que este país es tan diverso, en todo sentido, que resulta imposible no vivir experiencias tan distintas y enriquesedoras… la verdad es que en ocasiones pareciera que aquí viven en un mundo paralelo al nuestro! Por eso resulta tan fascinante cada día, basta con salir a la calle y ver la vida pasar. Seguro que algo extraordinario te pasa a ti o alrededor tuyo!
      Besos desde Mysore.
      Michel

    • 🙂
      este país es para flipar con las cosas que te vas topando a cada momento.
      No hay un país igual, ni siquiera parecido, van por libre y están felices de lo que son!

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