En Diciembre 2009 se celebró la boda de Daniela, una prima de Michel, que en esos momentos vivía en Madrid. La boda se celebraba en la casa de los padres del novio, Edu, en un pueblo llamado Casas de Miravete, en la provincia de Cáceres. La excusa y ocasión perfecta para viajar, acompañar a Dani en su boda y aprovechar de conocer un poco de Extremadura, el hogar de muchos de los conquistadores españoles de las Americas.
Así que, a bordo de un coche que nos dejaron nuestros amigos George y Catherine, salimos una lluviosa mañana en dirección al Oeste. Nos esperaban unos 850 kilómetros hasta Navalmoral de la Mata, ya en tierra extremeña, donde tuvimos base la primera noche. Ya nuestro primer encuentro con la gente en Extremadura nos dio indicios de estar en una tierra hospitalaria, sencilla y entrañable, como bien pudimos comprobar durante los siguientes en que exploramos algunos encantadores pueblecitos dentro y fuera del Parque Nacional Monfragüe, y ciudades como Trujillo, hogar de Francisco Pizarro (su estatua domina la Plaza Mayor del Pueblo) y Cáceres, cuyo casco antiguo es Patrimonio de la Humanidad desde 1986 puesto que es uno de los centros urbanos más completos mejor conservados de la Edad Media y del Renacimiento.
Además de todo esto, los días que pasamos en casa de los suegros de Dani, y el día de su boda, fueron también muy entrañables. Sin duda Pau se convirtió en uno de los protagonistas más inesperados de las celebraciones por sus deseos de participar en todo, y su fijación por la madre de Edu.
Más en proceso 🙂
