
En los jardines del Palacio del Marajá está todo organizado para que los visitantes se den un paseo en elefante

Visitando el Museo del Ferrocarril de Mysore, donde se guardan locomotoras y carros antiguos en desuso.

Visitando el Museo del Ferrocarril nos encontramos con estos niños de una escuela primaria de Mysore.

Vista a la calle desde el Restaurante Indra. Esta es la parte central del casco antiguo de Mysore, donde se encuentra el mercado de las flores.

Esperando la comida en el Restaurante Indra, especialista en "masala dosas" y demás especialidades del sur de India.

Ajetreo en las calles céntricas de Mysore, justo frente a la zona de los bazares y mercado de flores.

El conductor del rickshaw nos trajo a esta fábrica de inciensos y perfumes, dos productos por los que Mysore goza de gran fama en India.

Paseando por el barrio musulmán nos encontramos con muchos niños deseosos de ser inmortalizados por nuestra cámara.

En Mysore y resto de lugares que visitamos en los días siguientes, nos llamó la atención la cantidad de ovejas y cabras la calles. Luego nos enteramos que las familias musulmanas se preparaban para la fiesta del cordero, ocasión en que se sacrifican millones de ovejas y cabras en todo el mundo musulmán.

Una parada en el camino para probar una mazorca de maiz asada, un clásico de la comida callejera en India.

Apenas se hace de noche, y el calor da un respiro, las calles se llenan de gente que aprovecha para salir a pasear o hacer un recado.

Tienda de venta de telas. Aunque no lo parezca, en India las mujeres dan mucha importancia a lo que visten, como en cualquier otro sitio.

A las vísperas del día de la Independencia de India, nos equipamos para celebrarlo a lo grande (11 de Agosto)

Felices de estar en un lugar tan especial como el mercado de flores de Mysore, rodeados de su aurea mágica.

Guirnaldas, de todos los tipos, largos y colores, son los productos más populares entre los fieles y peregrinos que las compran como ofrendas.

Niños, jóvenes y gente mayor, tres o cuatro generaciones de comerciantes trabajando día y noche en este mercado de flores.

Las guirnaldas de flores se compran por metro, y son el producto preferido entre los vecinos de Mysore para honrar a sus dioses.

Aunque parezcan todas iguales, las mujeres mayores se miran con mucho cuidado las flores que se llevan...

Vendedor en el mercado de flores de Mysore. La guirnalda que tiene a sus pies mide orignalmente unos 100 metros!

A pesar de las largas horas de duro trabajo, esta gente parece que nunca se pierde el buen humor y las ganas de reirse.

Al comienzo nos quedamos los tres petrificados, incrédulos de ver a estos enormes elefantes tan cerca nuestro!

Siguiendo el ejemplo de los demás, poco a pocos nos fuimos atraviendo a acercarnos y participar de la actividad.

Tener tan cerca a estos majestuosos animales, que generan respeto y ternura a partes iguales, es una experiencia imposible de olvidar.

Uno a uno fueron llegando los 12 elefantes jubilados de la industria maderera que viven en el campamento.

Aunque no se vean, en su trompa los elefantes tienen unos pelos largos y gruesos que llegan a raspar.

Al otro lado del río, los locales se dan un baño, completamente vestidos y formando una cadena humana para no ser arrastrados por la corriente.

Dándose un baño en el río Kaveri, completamente vestidos y formando una cadena humana para no ser arrastrados por la corriente.

Matando el tiempo a la espera de conseguir un transporte que nos llevara de regreso al hotel en Kushalnagar.

A partir de los años ´50, miles de refugiados tibetanos encontraron asilo en las tierras boscosas y salvajes de Karnataka. Hoy la población de estos asentamientos supera las 60.000 personas.

Siguiendo la tradición, cada tarde estos estudiantes realizan el "debate", un interrogatorio mutuo sobre asuntos relacionados con la teología budista.

En el pueblo de Sera, donde hay dos grandes monasterios, viven y estudian al menos 5000 monjes, la mayoría tibetanos.

Pau con un nuevo amigo... en los monasterios budistas abundan los perros callejeros, que los tibetanos piensan que son monjes reencarnados...

Temprano por la mañana, los monjes del monasterio de Sera Mey toman el desayuno antes de comenzar con sus estudios (14 de Agosto)

Altar del monasterio de Sera Mey, donde se aprecia la figura de Padmasanbava (Guru Rimpoché) junto a la fotografía del Dalai Lama.

Padmasanbava (Guru Rimpoché), fundador de la escuela de budismo tibetana Nyngma, junto a una fotografía del Dalai Lama.

Un monje adolescente explica a otros más pequeños sobre el significado del mandala pintado en la pared del templo.

Los tibetanos residentes en los asentamientos del sur de India han tenido que adaptarse a un clima y paisaje completamente distinto al Tíbet.

Fotografiados frente al templo de Namdroling, más conocido como el Templo de Oro, el más conocido y turístico de esta zona de asentamientos tibetanos.

Monjes del monasterio de Namdroling realizan sus "pujas" de la tarde ante la mirada curiosa de cientos de turistas.

A pesar del ajetreo y miradas de los turistas, los monjes del monasterio de Namdroling realizan sus "pujas" de la tarde sin casi inmutarse.

A partir de años 50, miles de refugiados tibetanos encontraron asilo en las tierras boscosas de Karnataka. Hoy la población de estos asentamientos supera las 60.000 personas.

Entrada al templo de Namdroling, más conocido como el Templo de Oro, el más conocido y turístico de esta zona de asentamientos tibetanos.

Después de la experiencia que habíamos tenido con los elefantes, no nos pudimos resistir a la oportunidad de volver y repetir (15 de Agosto)

A la entrada al campamento nos encontramos con este altar en honor a Gandhi, considerado como padre la India.

A pesar de que no era la primera vez, la sensación de poder estar tan cerca de los elefantes nos siguió emocionando mucho.

A pesar de su gran tamaño y aprente fortaleza física, los elefantes transmitían ternura y cierto sentido de fragilidad.

Después de años de explotación y sufrimiento, el retiro de estos elefantes es lo mínimo que se puede hacer con ellos.

A pesar de su gran tamaño y aprente fortaleza física, los elefantes transmitían ternura y cierto sentido de fragilidad.

Montados en el jeep que nos llevó a dar un pequeño safari por el interior de la Reserva de Dubare, donde habitan elefantes, bisontes, antilopes y algunos pocos tigres.

Un alto en el camino para hacer esta foto.... algo prohibido normalmente por el peligro que conlleva el posible encuentro con los animales...

Regresando al Dubare Elephant Camp tras el safari. Al final esa mañana sólo divisamos varios tipos de monos y pájaros..y algunas marcas y caca de elefante y tigre.

Antes de dejar Kushalnagar, pasamos a comer "momos" a nuestro restaurante favorito, al lado del Templo de Oro.

Esa misma tarde cogimos un autobus para vijar hasta Hassan, desde donde visitaríamos los templos Hoysala de Halebid y Belur (15 de Agosto)

Cada centímero de sus muros exteriores y la gran parte de los interiores está cubierto de una interminable sucesión de frisos con deidades hindúes, animales mitológicos y escenas que rememoran la vida de los reyes Hoysala.

Cada centímero de sus muros exteriores y la gran parte de los interiores está cubierto de una interminable sucesión de frisos con deidades hindúes, animales mitológicos y escenas que rememoran la vida de los reyes Hoysala.

Cada centímero de sus muros exteriores y la gran parte de los interiores está cubierto de una interminable sucesión de frisos con deidades hindúes, animales mitológicos y escenas que rememoran la vida de los reyes Hoysala.

Cada centímero de sus muros exteriores y la gran parte de los interiores está cubierto de una interminable sucesión de frisos con deidades hindúes, animales mitológicos y escenas que rememoran la vida de los reyes Hoysala.

Cada centímero de sus muros exteriores y la gran parte de los interiores está cubierto de una interminable sucesión de frisos con deidades hindúes, animales mitológicos y escenas que rememoran la vida de los reyes Hoysala.

Cada centímero de sus muros exteriores y la gran parte de los interiores está cubierto de una interminable sucesión de frisos con deidades hindúes, animales mitológicos y escenas que rememoran la vida de los reyes Hoysala.

Cada centímero de sus muros exteriores y la gran parte de los interiores está cubierto de una interminable sucesión de frisos con deidades hindúes, animales mitológicos y escenas que rememoran la vida de los reyes Hoysala.

Esta visitante y bailarina espontánea nos regaló este precioso recuerdo del templo de Hoysaleswaram.

Templo de Hoysaleswaram en el pueblo de Halebid. Su consstrucción comenzó en el año 1221 y, aunque los trabaos duraron 80 años, nunca se terminó.

Templo de Hoysaleswaram en el pueblo de Halebid. Su consstrucción comenzó en el año 1221 y, aunque los trabaos duraron 80 años, nunca se terminó.

Templo de Channekeshava, en Belur, cuya construcción se inició en el año 1116 y tardó más de un siglo en acabarse.

Turistas indios visitan el templo de Channekeshava, el único de los templos Hoysala en Karnataka aún en uso.

Detalle de un de los frisos superiores del templo, según los entendidos, de lo mejor del arte Hoysala.

Turistas indios visitan el templo de Channekeshava, el único de los templos Hoysala en Karnataka aún en uso.

Turistas indios visitan el templo de Channekeshava, el único de los templos Hoysala en Karnataka aún en uso.

Turistas indios visitan el templo de Channekeshava, el único de los templos Hoysala en Karnataka aún en uso.

De camino a la estación de autobuses nos encontramos con este grupo de niños que salían de la escuela.

También nos cruzamos con estas chicas tan guapas, que venían de una boda y esperaban la salida del autobús de regreso a casa.

Esta pareja, que venía de las celebración de una boda, espera la salida de su autobús de regreso a casa.

En el autobús de camino a Hassan nos sentamos al lado de este simpático hombre que no paró de hablar y hacer preguntas todo el camino!

Cruce de caminos, en la carretera de camino a Bangalore, donde debíamos tomar un tren con destino a Anantapur (17 de Agosto)

Tras un poco más de una hora en la estación de trenes, nos subimos al primer tren con destino a Anantapur (220 km)

Desde el tren las cosas se ven diferentes... la vida pasa en cámara lenta, dejando muchas imagenes para el recuerdo.

Durante una parada se acercó al tren un grupo de "hijras", miembros de un grupo del "tercer sexo", quienes se ganan la vida animando fiestas, estaciones de buses, trenes..

En su litera superior, el lugar ideal para tomarse una siesta o desconectar de la actividad del tren.

Foto captada en el camino entre Anantapur y Hampi. (tras 3 días en la Fundación Vicente Ferrer, retomamos el periplo por Karnataka, el 20 de Agosto).

Para ir hasta Hampi, esa tarde debimos tomar dos autobuses, un total de 5 horas para 165 kilómetros..

Primera mañana y primer paseo para explorar Hampi y sus alrededores. Cruzando el río Tunganhadra nos encontramos a esta mujer que secaba su sari, y Pau se ofreció a ayudarla (21 de Agosto)

Vista al río Tunganhadra y valles circundantes desde lo alto del templo de Hanuman, donde se cree que nació Hanuman, el semi dios con forma de mono.

El entorno natural de Hampi es impresionante; rocas volcánicas enormes, y de color rojozo, esparcidas entre los campos de arroz

El entorno natural de Hampi es impresionante; rocas volcánicas enormes, y de color rojozo, esparcidas entre los campos de arroz.

Mientras tanto, los peregrinos realizan sus "pujas" en honor a Hanuman, el sem dios con forma de mono.

Bajando del templo de Hanuman. En la foto se aprecia el tamaño, forma y colorido de las rocas que se encuentran desperdigadas por la región.

Paseando en bicicleta nos encontramos a este grupo de mujeres que regresaban a sus casas después de visitar otro templo de la zona.

La suerte nos acompañó cuando llegamos al templo de Lakshmi y nos encontramos con una comida comunitaria ofrecida por el templo.

Comida comunitaria en el templo de Lakshmi. Entre los peregrinos nos encontramos a algunas mujeres vistiendo las vestimentas tribales de Karnataka.

Comida comunitaria en el templo de Lakshmi. Entre los peregrinos nos encontramos a algunas mujeres vistiendo las vestimentas tribales de Karnataka.

Impresionante paisaje de rocas y arrozales visto desde lo alto de las ruinas de la fortaleza de Anegondi, una ciudad anterior a Hampi.

Mónica en medio del impresionante paisaje visto desde lo alto de las ruinas de la fortaleza de Anegondi, una ciudad anterior a Hampi.

Pau en medio del impresionante paisaje visto desde lo alto de las ruinas de la fortaleza de Anegondi, una ciudad anterior a Hampi.

Saliendo del bote que hace las veces de ferry para cruzar el río Tunganhadra, desde la zona de Anegondi a Hampi.

Al día siguiente, salimos temprano a hacer más visitas a las ruinas de Vijayanagar, antigua capital del reino homónimo, que en el siglo XVI llegó a tener 500.000 habitantes, y dominaba el comercio regional de especies y algodón. Baños de la Reina, 22 de Agosto.

Visitando el edificio de los Baños de la Reina, dentro del Centro Real de la antigua ciudad de Vijayaganar.

Complejo del templo de Vittala, del siglo XVI, el mejor ejemplo del arte y arquitectura vijayaganar.

Ruinas del antiguo Bazar Sule, donde a partir del siglo XVI se manejaba el comercio regional del algodón y especies.

Tanque y gopuram del templo de Virupaksha, en Hampi Bazar. El gopuram tiene 50 metros de altura, y fue construido en el año 1442.

Gopuram del templo de Virupaksha, en Hampi Bazar, de 50 metros de altura, y fue construido en el año 1442.

Desayunando en la terraza de nuestro hostal, el Gopi Guest House, con vistas privilegiadas el templo Virupaksha.

Durante nuestra última excursión por la zona de Hampi nos encontramos con estas mujeres que tejían mientras cuidaban de sus hijos.

Durante nuestra última excursión por la zona de Hampi nos encontramos con estas mujeres que tejían mientras cuidaban de sus hijos.

Ya por la tarde nos fuimos a Hospet, a 15 km, para abordar el tren nocturno con destino a Hyderabad (23 de Agosto)

A Hyderabad llegamos a primera hora de la mañana (07:00), y nos fuimos directos a visitar su casco antiguo. En la foto se ve la Mezquita Meca, construida en el año 1687, en la que caben más de 10.000 fieles.

Interior del edifio conocido como Charminar, construido en el 1591 para conmemorar el fin de una terrible epidemia.

Interior del edifio conocido como Charminar, construido en el 1591 para conmemorar el fin de una terrible epidemia.