En Octubre 2011 nos cambiamos a vivir al Poblenou, dentro de nuestro plan que tenía como objetivo principal el encontrar una escuela primaria que nos gustara para Pau. Como premio al esfuerzo que significó el cambio de escuela, barrio y casa, en Diciembre decididos darnos un gusto y viajar para conocer Amsterdam durante las vacaciones de Navidad.
Para ello buscamos un intercambio con una casa en la ciudad, que al final resultó ser un éxito, y durante algo más de una semana estuvimos explorando y descubriendo esta fascinante ciudad. Como era de esperar, nos hizo frío, nos llovió bastante y hasta vivimos una tormenta, pero nada nos menoscabó el ánimo, ni mucho menos nos arruinó las vacaciones.
Pau, como no, gozó especialmente de los tranvías de la ciudad, así como de los barquitos que circulan por los canales, e incluso, le dio tiempo para aprender a patinar en hielo. A los papás nos encantaron los ambientes de sus bares, la variedad de la oferta culinaria y, en general, el ambiente destendido que se respira en la ciudad.