Portugal – Agosto 2015

Nuestro tercer verano consecutivo en Portugal fue un poco diferente, porque esta vez nos fuimos a conocer la zona de Algarve, en el extremo sur del país. Ahí nos quedamos por tres semanas en la casa de los padres de David, una casa de veraneo en un centro de golf en la ciudad de Vilamoura.

A pesar de que Vilamoura es una ciudad muy nueva, echa para turistas extranjeros, nuestra experiencia fue genial porque, fuera de esta burbuja artificial, todo sigue siendo igual a como nos gusta. Aunque siempre está la presencia del turismo, no era difícil esquivar los lugares más masivos y menos interesantes, y concentrarse en disfrutar de la autenticidad de la gente de los pueblos, de su comida rica y barata, y de sus playas más cañeras.

En tres semanas tuvimos oportunidad de conocer muchos sitios, pero tal vez hay dos lugares que nos dejaron un recuerdo especialmente dulce; el pueblo de Tavira y su ambiente relajado de verano, con sus casas encaladas y su castillo dominando el horizonte, y la playa de Odeceixe, dividida en dos por un río y cuyos paísajes de campo de los alrededores la hacen muy especial.

También tuvimos la oportunidad de visitar Faro, la capital de Algarve, la cual tiene un casco antiguo con mucho encanto y oferta de arte, cultura, ocio y gastronomía muy entretenido. Otros sitios que nos dejaron huella fueron Loulé, muy cerce de Vilamoura pero con un ambiente totalmente local, Sagres, con su enorme fortaleza a orillas de un impresionante acantilado, y la «Praia do Barril», muy cerca de Tavira y situada dentro de un parque natural constituido de cientos de islas de arena.

De todas formas, tal vez la experiencia más especial, al menos para Pau, fue el día en que tuvo oportunidad de interactuar y nadar con delfines en el Parque Zoo Marine. Además del par de horas que se pasó aprendiendo e interactuando con los delfines, también pudimos disfutar de todas las entretenciones del parque, como espectáculos de focas, aves, toboganes, piscinas, etc. Fue tanto lo que disfrutamos, que decidimos volver una segunda vez, esta vez sin delfines eso sí.

Para ver todas las fotos del viaje, podéis desde aquí.