Para la Semana Santa de 2016 decidimos hacer un viaje distinto, para conocer una de las zonas montañosas más espectaculares de España, en los Pirineos de Aragón.
Para ello buscamos un intercambio en la zona cercana al Parque Nacional Ordesa y Monte Perdido, con tan buena suerte que terminamos yendo a una casa de campo en el pueblo de Samitier, a sólo 15 kilómetros al sur de Ainsa, considerada como la puerta de entrada al parque nacional. Pero, además de ser un casa de campo, se trataba de una casa especial, diseñada y construida como una vivienda ecológica y autosustentable. Una auténtica maravilla!
Durante la semana que pasamos en la zona pudimos realizar un montón de excursiones a pueblos y valles del Pirineo Aragonés. Entre los paseos más inolvidables están el que hicimos al Cañón de Añisclo, un cañón impresionante por lo angosto y por la altura de las paredes, los pueblos de Tella, Bielsa, Sarvisé, Broto y Torla. Pero, por sobre todo, el recuerdo más entrañable es del día de excursión que hicimos en el interior del parque, a la zona conocida como la Cola de Caballo, en honor a la cascada que cae al final del amplio valle de Ordesa.
Como aún estábamos en Marzo, todavía había mucha nieve, así que hicimos toda la caminata sobre medio metro de nieve. A pesar de las polainas, que compramos sobre la hora al ver el panorama, terminamos los tres con los pies totalmente mojados y frios, además de muy cansados. En total son unos 16-18 kilómetros, ida y vuelta, que sobre la nieve nos parecieron más duros de lo habitual.