Uff, como empezar a relatar este viaje mágico, nuestro primer viaje a India como Patiperros! Primero decir que fue un viaje muy planeado y deseado, nuestro viaje de bodas, que durante 3 meses nos permitió vivir un sueño largamente esperado.
Partimos a medidos del mes de Junio, llegando a Delhi en medio del agobiante y pegajoso calor propio de la época del monón en India. Por suerte, pronto pudimos arrancarnos al norte, a la región de Ladakh, el pequeño Tíbet que resplandece en el altiplano del norte de India. Tras recuperarnos de los estragos del viaje (que hicieron especial estrago en Michel, el «gurú» caído momentáneamente en desgracia) comenzamos a visitar un montón de sitios maravillosos como Thiksey, Shey, Hemis, Alchi, Lamayuru… para ello usamos todo los tipo de transporte disponibles, incluyendo motos alquiladas (que nos dejó tirados en medio de la carretera), el techo de autobuses y la cabina de camiones militares.
Cuando nos sentimos preparados, nos lanzamos a por el trekking al valle de Zanskar, uno de los valles más recónditos y auténticos del Himalaya. Diez días de pura alegría en los que no faltó de nada… la recompensa nos esperaba en el monasterio de Karsha, capital del valle, donde pudimos presenciar uno de los festivales de danzas y máscaras más auténtico y genuino de la región…
Esta historia continuará :-), pero mientras podéis mirar las fotos de la primera parte del viaje desde aquí.