Cochin, la India más europea

Hola!

Hoy nos apetece rescatar nuestro paso por Kochi, o Cochin, la famosa ciudad portuaria de Kerala donde estuvimos justo después de las “backwaters”.

De hecho, para ser más precisos, después del crucero pasamos dos noches en un resort de playa, el Marari Beach Resort, que pertenece a la misma red de hoteles que el Spice Village (así que ya os podéis imaginar que estuvimos como reyes, o más bien como “Maharajas”!) Sin embargo, la playa casi no la pisamos porque durante estos días llovió mucho y el mar estaba muy movido, así que nos tuvimos que conformar con dar paseos en bici por los campos de arroz y palmeras cercanos, donde disfrutamos de la vida cotidiana de la gente local.

Finalmente llegamos a Cochin, donde nos sorprendió encontrar una ciudad de ambiente y arquitectura tan diferente al resto de India… de hecho, la parte antigua, a la que se conoce como Fort Cochin, tiene la apariencia de una ciudad europea antigua, con grandes y anchas avenidas flanqueadas por enormes árboles cubiertos de helechos, mansiones coloniales e iglesias católicas y, en general, un ambiente más apacible, hasta nostálgico, e internacional que en el resto de ciudades indias. Esto es porque esta ciudad ha atraído a comerciantes y exploradores de todo tipo y orígenes desde hace más de 500 años, convirtiéndola en una especie de crisol de cultura medieval portuguesa, holandesa y británica, a orillas de la exuberante costa del mar Arábico. Lo que les atrajo hasta aquí fue el fructífero comercio de las especias, pues Cochin fue, y en gran medida lo sigue siendo, el puerto desde el cual se diseminaron al resto del mundo especias como el cardamomo, el jengibre, la canela, el clavo de olor, y la pimienta, originaria de Kerala y donde se concentra la mayor parte de la producción de la India.

En la ciudad son famosas las redes de pesca chinas, que son una especia de enorme telaraña manejadas desde largo troncos articulados que necesitan de hasta cuatro hombres para manejar los contrapesos que le permiten bajar y subir las redes… según dicen, son herencia de los mercaderes de la corte del emperador Kublai Khan, que anduvieron por esta costa por el siglo XV. Aunque las redes más grandes y famosas están en pleno paseo marítimo de Cochin, fuera de la ciudad tuvimos la suerte de visitar una aldea donde pudimos ayudar a manipular las cuerdas y contrapesos, y así aprender cómo funcionan.

También en Cochin visitamos una barbería, por primera vez en el viaje, donde me pude afeitar y disfrutar del tradicional masaje de cabeza que todos los barberos en India saben hacer por dos duros. Hasta Pau se animó y probó con el masaje, aunque creo que al final no lo disfrutó tanto. Tras el tratamiento, salimos muy peinados (yo al estilo futbolista, con una cresta en la cabeza, y Pau más ordenado de lo que nunca recuerdo haberlo visto!) para ir a disfrutar de una cena especial, a orillas del mar, donde nos dimos un homenaje para celebrar mi cumpleaños número 49, incluyendo langostinos y cerveza!

Cochin no deja de sorprender por la variedad y rareza de las cosas que se encuentran en ella. Durante los días que estuvimos visitamos un palacio que los portugueses regalaron al Rajá (rey) de Kochi, en 1555, en el cual se conserva una colección de artículos que dan fe del lujo en el que vivían los Maharajas de la época, y un montón de pinturas antiguas. Muy cerca, una sinagoga Pardesi, es lo único que se preserva como testigo de lo que antiguamente fue un próspero barrio judío, hoy reconvertido en un barrio de tiendas de suvenires regentados por indios, entre los que se encuentran muchos venidos desde Cachemira.

De hecho, esta es la primera sinagoga levantada en India, en 1667, y se dice que en su interior aún se conservan algunos rollos originales con las primeras versiones del Viejo Testamento. Según aprendimos, esta sinagoga fue levantada por la comunidad de “judíos blancos”, sefardíes expulsados de España, conocimos como “moros”. Esta comunidad era muy distinta a la comunidad judía que ya llevaban siglos viviendo en esta costa del sur de India, conocidos como los “judíos negros”, que habían llegado directamente desde Palestina. Se ve que estos “judíos blancos” no se quisieron mezclar con el resto, deseando conservar la pureza de su raza, lo que les llevó a practicar la endogamia. La reducida comunidad paradesi emigró a Israel cuando este país fue creado.

Lo increíble es que no lejos de la sinagoga se encuentra la iglesia de San Francisco, la primera construida en India, en 1503. En su interior se guardaron los restos mortales del navegante portugués Vasco de Gama, que murió en Cochin en el 1524, hasta que doce años más tarde se trasladaron a Lisboa…. y, no lejos de ambas, a unos 30 kilómetros, los musulmanes también construyeron la primera mezquita de India, en el año 644, apenas 12 años después de la muerte de Mahoma.

Otro de los encuentros más curiosos que tuvimos durante nuestro paso por Cochin fue con los jóvenes del centro cultural del Partido Comunista de Kerala (aquí se le conoce como DYFI). Resulta que Kerala tiene tradición de ser un estado de izquierda, donde el Comunismo ha gobernado intermitentemente desde la independencia de India, y justamente ahora mismo es el partido en el poder del estado. No parece ser una casualidad que esto sea así, ya que de lo que nos ha tocado ver en este viaje, Kerala da la impresión de ser el estado con la mejor calidad de vida de sus habitantes, que de forma igualitaria disfruta de un servicio de salud y educación muy buenos, accesibles a toda la población.

Ya desde que habíamos entrado en Kerala, en Munnar y Kumily (Periyar), habíamos estado viendo pintadas del Che Guevara y de la hoz y el martillo, símbolos característicos del Comunismo, en carteles, paredes y calles de los pueblos y ciudades, así que encontrarnos con esta sede social para jóvenes nos permitió conocer más detalles de la política local. Por supuesto que nadie acertó a decirnos de donde era el Che Guevara, y cuáles eran sus méritos, pero eso no pareció importarles mucho porque, más allá de los símbolos, su mensaje de igualitarismo es claro. La visita nos permitió además de descubrir y disfrutar de un juego que no habíamos visto antes; una especie de billar, que se juega con fichas que se golpean con la uñas de los dedos… nunca lo había visto antes, pero nuestros anfitriones se dieron prisa por mostrarnos vídeos de jugadores profesionales y torneos nacionales de este juego, en el que los jugadores alcanzan un nivel de precisión alucinante… increíble pero cierto… es que en India nada es imposible y se encuentra de todo, hasta lo más impensable y descabellado!

Uno de los momentos más entrañable de nuestro paso por Cochin llegó cuando terminamos visitando, de pura casualidad, un centro de lavado público, donde es posible encargar el lavado de tu ropa. Resulta que esta labor, considerada sucia, siempre ha estado destinada a las castas más bajas de la sociedad, los dalits o intocables, quienes aquí en Cochin decidieron organizarse y montar una lavandería que ofrece sus servicios al público general por un precio justo. El lugar es enorme, con una sección destinada al lavado mismo, donde hombres y mujeres se empeñan en lavar a base de dar golpes a la ropa (la manera india para imitar los movimientos de la máquina de lavar), y otra para el secado y el planchado… al final terminamos encargando el lavado de nuestra ropa, unas 25 piezas entre camisetas y pantalones. La entrega fue impecable, en 24 horas, con toda la ropa planchada perfectamente y, para evitar que se arrugara, con hojas de papel de periódico en su interior. Y todo por apenas unos €10!

En fin, Cochin nos ofreció una experiencia y visión de otra India, quizás más descafeinada y predecible, pero igualmente enriquecedora e inolvidable.

Michel

5 comentarios sobre “Cochin, la India más europea

  1. Hola chicos, que bonito, cuando pueda, leer sobre vuestro inolvidable viaje. Las redes de pesca son iguales a las que vi en Cambodia en febrero 2004…quizas tipicas de los paises del sur de Asia.
    Os dejo un abrazo enorme,
    Besitos

    • gracias Sere,
      pues si, en Camboya y Sri Lanka se ven redes como estas… supongo que los chinos anduvieron por ahí también y enseñaron a los locales este sistema de mover las redes para pescar.
      Besos de los tres!

    • Hola Michel Monica y Pau , un abrazo, ya estamos con HECTOR Y VIVI, gracias por compartir tu viaje,y admiro como nos narras tus vivencias , lo mismo Monica , los quiero mucho .-

      • Gracias tata…
        Aquí en India cuando vemos a las mujeres con esos vestidos tan hermosos y de colores, pensamos cómo le gustarían a la Vivi!
        Qué bueno que te guste el blog, y gracias por leernos.
        Besos y te quiero mucho!
        Pau

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